miércoles, 21 de abril de 2010

No es lo mismo abstinencia que sobriedad

No es lo mismo abstinencia que sobriedad



Abstinencia significa simplemente dejar de consumir alcohol o la droga a la que se es adicto.

Sobriedad significa aprender a vivir en abstinencia mediante un continuo crecimiento emocional que permita alcanzar la madurez. En otras palabras: la suma de la abstinencia y la madurez constituyen la sobriedad.

Se conforman con dejar de beber, pero que continúan presentando muchos defectos de carácter que les impide madurar emocionalmente y que los sigue haciendo caer en una conducta inapropiada e indeseable como cuando se emborrachaban.

En Alcohólicos Anónimos el número 12 es muy especial. Tenemos los doce pasos, las 12 tradiciones, las 12 promesas, las 12 cosas que no hace Alcohólicos Anónimos, etcétera. Será muy bueno, de hoy en adelante, acostumbrarnos a hablar de los 12 síntomas de la borrachera seca.



1. Inmadurez e infantilismo: detención del crecimiento emocional y persistencia de las dependencias

Al seguir siendo un niño en lo emocional, no podrá comportarse como un adulto responsable que pueda alcanzar sus objetivos de vida. Como buenos bebés emocionales estos alcohólicos siguen dependiendo de fi guras tales como su madre, su padre, sus hermanos, su esposa, sus amigos, su jefe, etcétera. Esta dependencia impide que obtengan dos condiciones fundamentales en la sobriedad que son la autonomía y la responsabilidad.



2. Actitud permanente de deshonestidad ante sí mismo y los demás.

es un mal hábito que adquiere el alcohólico durante el desarrollo de su enfermedad. Engaña, miente, inventa pretextos, promete y no cumple, hace trampa, no respeta las reglas de juego, pide prestado y no paga, ofrece mordidas para evitar ser detenido y practica otro tipo de corruptelas, etcétera. Muchas de las mentiras él se las cree.



3. Amargura e insatisfacción emocional por persistencia de los resentimientos.

Dejar de beber, para él, constituye una obligación más que una convicción y la recaída suele ser frecuente entre los insatisfechos existenciales. Además guarda aún muchos resentimientos de su vida pasada que no ha podido superar. No pueden aplicar el solo por hoy.



4. Permanente sentimiento de culpabilidad con autodevaluación, minusvalía y tendencia al autocastigo.

Siguen sintiéndose culpables de muchas situaciones, como la muerte de algún ser querido, la enfermedad de alguno de sus hijos o el fracaso de otros, etcétera. Son personas con muy baja autoestima y con una tendencia muy grande hacia el perfeccionismo. Como no se perdonan a sí mismos (aunque los demás ya los hayan perdonado) se sienten menos que los demás y con sentimientos de autodevaluación personal.



5. Egocentrismo, autosufi ciencia neurótica, mal manejo de la agresividad

y tendencia a la omnipotencia.

Una vez que dejan de beber, su egocentrismo lo dirigen a los miembros de su familia o a sus compañeros de grupo, en su trabajo o a las personas en general, desarrollando actitudes confl ictivas con mal manejo de la agresividad, que frecuentemente llega a ser ingobernable entrando en continuos conflictos con los demás e incapacitándose para la sobriedad. La omnipotencia es una forma patológica de la soberbia. Un complejo de superioridad que disfraza un profundo sentimiento de inferioridad que quiere ser compensado.



6. Miedos permanentes: actitud de temor ante los retos de la vida con

angustia y tensión continuas.

Estos individuos son generalmente muy inseguros, aprehensivos, que viven en constante estado de tensión y que desarrollan muchos miedos. Miedo a los problemas, miedo a los conflictos, miedo a las enfermedades, miedo a las responsabilidades, miedo a ser adultos, miedo al trabajo, miedo a los peligros cotidianos, miedo a la muerte, etcétera. Este tipo de alcohólicos en recuperación, independientemente de su grupo de AA deben recibir atención especializada por un psiquiatra.



7. Depresión cíclica o permanente con actitudes de pesimismo, desmotivación y baja energía.

Son personas muy vulnerables en el aspecto emocional que constantemente se sienten tristes, con baja energía, con incapacidad para disfrutar de las cosas, tendencia a la tristeza y la apatía, desmotivados existencialmente, con pocos deseos de vivir y, en ocasiones, con muchos deseos de morir. tanto la angustia como la

depresión son enfermedades que afectan la salud mental y por lo tanto requieren de atención médica especializada.



8. Ingobernabilidad sexual y sentimental.

Desde antes de iniciar a beber el alcohólico ya presenta estas tendencias recurre a la muleta emocional del alcohol u otras drogas para poderse dar valor y desinhibirse.

Cuántos alcohólicos se le han declarado a una mujer totalmente borrachos y después se arrepienten o cuantos otros han aceptado fi remar un acta de matrimonio en estado de ebriedad. Por otro lado, en estado de intoxicación alcohólica se desencadenan los impulsos sexuales más primitivos dando lugar a conductas indeseables como

violencia sexual (violación, estupro, sadismo) o conducta homosexual. Muchos de estos ingobernables sexuales terminan desarrollando una adicción sexual o codependencia sentimental hacia su pareja. 9. Negación de su realidad no alcohólica con persistencia de los mecanismos de racionalización y proyección Este tipo de

alcohólicos suelen molestarse mucho cuando alguien los confronta con sus zonas erróneas y suelen cambiar de grupo frecuentemente porque se dicen atacados desde la tribuna. También rechazan cualquier tipo de psicoterapia profesional argumentando ignorancia de los médicos y psicólogos respecto al alcoholismo y al programa de AA. Siguen buscando culpables de todo lo malo que les pasa.



10. Sustitución del alcohol por otras sustancias o conductas adictivas.

Muchos otros dejan de beber, pero en su lugar empiezan a desarrollar conductas tales como el juego compulsivo, el sexo compulsivo o la adicción al trabajo. A veces caen en la automedicación de pastillas tranquilizantes o se hacen adictos al tabaco estructura patológica de naturaleza adictiva cuyo origen es genético y que lo convierte en adicto potencial a cualquier tipo de sustancia o de conducta que le provoque una estimulación en el centro de recompensa del cerebro. A esto se le llama la ingobernabilidad emociona





11. Espiritualidad ausente o muy empobrecida, con soberbia intelectual, tendencia al materialismo y nula o poca fe.



No hay que olvidar que la esencia del programa de los 12 pasos es fundamentalmente espiritual y que además de la recuperación psicofísica y social debe de haber una recuperación espiritual, esto es, la recuperación de la fe. De la fe en sí mismo, en los demás, en el mundo y en un poder superior que todo mundo tiene incluyendo los agnósticos.



12. Comportamiento inadecuado en su grupo de alcohólicos anónimos, tanto con sus compañeros como con los principios del programa.

Las conductas erráticas de estos borrachos secos son las luchas de poder, las envidias, los resentimientos hacia otros compañeros, el exhibicionismo, las críticas malsanas, los chismes y las politiquerías. Otros en cambio manifiestan su borrachera seca adoptando una conducta extremadamente pasiva en su grupo (no usan la tribuna ni leen la literatura ni cooperan con el servicio y sólo se concretan a escuchar pasivamente, beber café y criticar a los demás)



Conclusión

El alcanzar la sobriedad implica la práctica de cualidades tales como la libertad, la

responsabilidad, la honestidad y la humildad desarrolladas en un marco de disciplina,

perseverancia, determinación de cambio y mente abierta. Una vez alcanzada la inercia de la sobriedad, se logra un fenómeno de crecimiento emocional progresivo que no tiene límites y que conducirá a la persona al objetivo final del tratamiento

que es alcanzar la felicidad.

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